Quisiera violar a todas las mujeres de mundo. Una por una. Blancas, negras, amarillas, esquimales… Pero temo que mi vida se extinga antes. En cincuenta años de existencia, hasta la fecha, solamente he anotado un nombre en mi agenda: el de mi mujer.
Alfonso Ibarrola
No. 90, 1984
Tomo XV – Año XIX
Pág. 294