En aquel espejo había una esprumesa. Ya lo dice el Diccionario de animales, de François René Titú: “Animal que raramente se ve por estas latitudes. Huye del agua y del fuego, le molesta la luz, tiene los ojos redondos. Mamífero de tres patas. Se toca con una especie de sombrero que a veces le da la apariencia de que lo puede tomar entre sus manos. Es extraordinariamente inteligente y si en alguna ocasión alguien le descubre encima de un espejo, debe prevenirse porque tendrá que hacer frente a un acontecimiento extraordinario.
Aunque nunca había visto el animal, ni foto o grabado que le representara, puedo asegurar que es, efectivamente, una esprumesa, y que contra lo que se pueda temer, resulta un animal simpático sobre el que da gusto cabalgar mecido en sus rítmicos saltos de canguro.
Antonio Fernández Molina
No. 94, Septiembre-Octubre 1985
Tomo XIV – Año XXI
Pág. 788