Una dama de calidad se enamoró con tanto frenesí de un tal señor Dodd, predicador puritano, que rogó su marido que les permitiera usar de la cama para procrear un ángel o un santo; pero concedida la venia, el parto fue normal.
Carlos Drummond
No. 10, Marzo-1965
Tomo II – Año I
Pág. 139
Irónico y fatal.
Armando, gracias por tus constantes visitas y comentarios. Me pregunto si acaso fuiste también publicado en EL CUENTO, pues hasta ahora no he encontrado ningún texto tuyo. Saludos