Un hombre rico deja en su testamento su casa a una pareja pobre. Esta se muda ahí: encuentran un sirviente sombrío que el testamento les prohíbe expulsar. Éste los atormenta: se descubre, al fin, que es el hombre que les ha legado la casa.
Nathaniel Hawtrorne, en “Cuaderno de Apuntes”
No. 5, Septiembre 1964
Tomo I – Año I
Pág. 33
Nathaniel Hawthorne en “Cuaderno de apuntes”
No. 77, Junio 1977
Tomo XII – Año XIII
Pág. 391