Un cuento

Yo no creía en el diablo, ni en el cielo ni en el infierno. Hasta aquel día en que llegó el diablo y me aventó por las escaleras. Morí. Ahora tampoco creo en el cielo ni en el infierno, pero aquí estoy en este lugar sin paredes, sin techo, sin piso, en esta silla y en esta mesa, terminando de escribir este cuento.

Alfredo Flores Richaud
No. 86, Marzo-Abril 1981
Tomo XIV – Año XVI
Pág. 605