Beber lumbre

129-130 top

Vinieron las voces marchitas a decirme que allá afuera está haciendo un calor inagotable, que el Sol brilla ciego hacia la tierra, que la noche huraña se esconde en las tinieblas, que la ciudad está quebrada y el calor espanta.

Que todo anda de cabeza, los árboles nacen en el concreto y las casas en los montes, que la tierra mendiga y el hambre reina, que se apaga el campo y la ascosidad retoña, que mejor no salga.

Que un aire mudo cierra puertas y ventanas, que el silencio mata, que la lluvia muere y la flor suspira, que la sed avanza y la sequía florece, que mejor no salga.

Que la brisa húmeda ahora es fuego, que rezar es un calvario, que la vida llora su agonía y muerte…

Déjenme en paz, interrumpo a las voces marchitas, no hay lugar en este mundo para una ciudad así.
Volvieron las voces marchitas a decirme… que mejor no salga.

Patricia Richkarday
Número 129 – 130, Abril-Septiembre 1995
Tomo XXV – Año XXXI
Pág. 9