—¿Dice usted que ésta casa no existe, que usted es un fantasma? ¿Pues dónde estoy?
—En el despertar de un sueño.
Nicio de Lumbini
No. 17, Octubre 1966
Tomo III – Año III
Pág. 407
El robot pareció adquirir conciencia de sí mismo. Lo comprendí en el brillo maléfico de sus foquillos, despidiendo miradas que me veían.
Las miradas intensas me traspasaron al ser devueltas por el espejo ante el que yo estaba, obedeciendo a la orden de observarme en esa superficie desde la cual me veía el otro robot.
Nicio de Lumbini
No. 22, Abril 1967
Tomo IV – Año III
Pág. 323