La estrella

María quiere una estrella.

Los viernes madame Magali pone los ojos en blanco, moja una estrella con la lengua y la pega en la frente del elegido.

María se come el fastidioso plátano. Hace todas las planas de palitos y el viernes no le ponen la estrella.

Pide permiso para ir al baño. Se come el fastidioso plátano, hace todas las planas de palitos y la estrella se la ponen al cagón de junto.

Se come el fastidioso plátano. Pide permiso para ir al baño. No habla en el salón, hace todas las planas de palitos y mira cómo esa brillante estrella reluce en la frente de otro.

Duerme sin sueño. No juega en clase. Se come el fastidioso plátano. Pide permiso para ir al baño. No habla en el salón. Hace todas las planas de palitos y esa tarde se le acerca madame Magali. Pone los ojos en blanco. Moja la estrella con la lengua y se la pega en la frente.

Sale emocionada de clases y se quita el fleco para que todos vean la estrella. Su madre la inspecciona, le falta el swéter. María va por él, al regreso ya tiene el fleco en su sitio y la estrella hecha bolita en el bolsillo.

Marianna Palerm
Número 136 – 137, julio-diciembre 1997
Tomo XXIX – Año XXXIII
Pág. 38