El tornillo no quería dar su cuerpo a torcer.
El piano desafinado no sabía dónde meter la cola.
El tubo de la pasta sufre angustia cuando van a exprimirle las entrañas.
El aldabón de la puerta cuelga ansioso esperando e apretón de una mano femenina.
La sociedad está tan bien organizada que le niega trabajo al pájaro carpintero.
Estaba en el grupo: para poder verse salió del marco.
Felipe Montilla Duarte
No. 38, Septiembre-Octubre 1969
Tomo VI – Año V
Pág. 644