¡Ahora sí!

No creí nunca en supermanes y batmans, pero, ¡ahora sí! Hace una semana iba caminando y empecé a sentir removerse el estómago y todo el vientre, luego los fuertes latidos del corazón (¡¡Pumm!!, …, ¡¡Pumm!!, …), el dulce crecimiento de los pulmones (hhamm, fff, hhhamm, ffff, hhamm), el ruidito raudo de la sangre )rrom-rrom-rrumm-rrom), y todo aquello que se remueve y se queda quieto y se remueve y sigue acá dentro. Le metí una bofetada a una doña que venía, salí saltando por las capotas de los carros que pasaban, subí a los techos. Llegué por fin a mi cuarto y me encerré; he estado una semana aquí acostado escogiendo mi nombre de batalla, porque ¡ahora si que creo en supermanes y batmans!

Pedro A. Rovetto V.
No. 38, Septiembre-Octubre 1969
Tomo VI – Año V
Pág. 635