DE CÓMO NACIÓ *EL CREYENTE*
*El Creyente* fue una de las primeras minificciones que escribí, y lo hice en 1997. Publicaba en ese entonces en la Universidad que trabajaba un periódico mural semanal en el cual abrí una sección a las minificciones que llamé “Cuento breve” y publicaba cuentos que iba recogiendo de las revistas “El cuento” de mi colección. Un día llegó un amigo, vegetariano radical, y se me ocurrió decirle que él era una contradicción: “no comes carne pero crees en la reencarnación”. La idea rebotó en mi cabeza y le dije mientras sacaba apurado una hoja y un lápiz: “Este es un buen cuento” y esbocé la idea la cual fui trabajando posteriormente. Me gustaba el cuentito. Como había visto que los redactores de la revista le contestaban a todos los aspirantes a ser publicados por la revista decidí enviárselos con el interés de recibir alguna orientación. Yo había estado en dos talleres de cuento, uno con Bernardo Ruiz, en la Casa del Lago, de la UNAM, pero sentía que mis cuentos aún no tenían buena estatura. Gratamente recibí como respuesta que “con breve poda que lo amaciza, su “Creyente” entra a concurso” No era mi intención concursar, no creía estar a la altura. Y menos aún recibir como respuesta en el número siguiente que yo me llevaba el premio. A partir de entonces cultivo la minificción a veces en contra de mis intenciones de dedicarme a narraciones de mayor aliento, que no han corrido con suerte semejante que sus minúsculos hermanos.
Saludos.
Jeremías Ramírez Vasillas