Marco Tulio Aguilera Garamuño
Nació en Bogotá, Colombia, el 27 de febrero de 1949, segundo de los siete hijos de Marco Tulio Aguilera Camacho y Ruth Elizabeth Garramuño Candiotti. De una forma muy parecida a la narrada en la novela Breve historias de todas las cosas (primera publicación de Garramuño), los Aguilera Garramuño fueron a parar, una vez muerto el padre y después de una serie de peripecias casi propias de gitanos, a San Isidro de El General, Costa Rica. De Costa Rica Aguilera Garramuño regresó a Colombia a estudiar en la Universidaddel Valle en Cali. Allí cursó la carrera de Filosofía, mientras se dedicaba al atletismo como corredor de fondo, e inició su carrera de escritor.
Breve historia de todas las cosas apareció publicada en Ediciones La Flor en Buenos Aires en 1975 y fue elogiada de forma entusiasta por críticos de la talla de John Brushwood, Seymour Menton, Wolfgang Luchting, Raymond Williams, Germán Vargas, y por gran número de escritores, entre ellos Gustavo Álvarez Gardeazábal y Gabriel García Márquez. En el mismo año de 1975 Aguilera Garramuño terminó su licenciatura en Filosofía. De pronto se sintió desempleado y en la miseria, habitando un cuarto desastroso en el segundo piso del Grill Las Escalinatas, en Cali. Aprovechó la oportunidad para salir del país tras recibir una invitación de la Universidad de Kansas. La versión que explica por qué se dedicó a la literatura es la siguiente: se había entrenado para ganar una carrera importante de diez mil metros planos. Recuerda que su condición física era insuperable, pero ésta nada pudo contra la experiencia de otro corredor, quien administrando sus fuerzas lo dejó ir adelante, para dejarlo atrás en los últimos tramos de la justa. Tras el fracaso, abandonó su carrera atlética y se dedicó por completo a la literatura e inició estudios de violín, que lo acompañaron varios años.
Cuando salió para Estados Unidos llevaba unos cuantos cuentos y una novela que había sido comparada con Cien años de soledad, argumentos más que suficientes para hacerle sentir escritor a los 26 años de edad. Pasó dos años académicos en Lawrence, Kansas. La experiencia de Kansas le dio material para su novela Mujeres amadas. De Lawrence salió para Monterrey.
La experiencia en Monterrey le dio el material para su tercera novela, Paraísos hostiles. Como no tenía nada de dinero al llegar a Monterrey, se encontró viviendo en una novelesca casa de huéspedes que le sirvió como modelo para la dantesca casa de doña Bartola. Mientras vivía en Monterrey, presentó un cuento para el premio que ofrecía la revista La Palabra y el Hombre en Jalapa, Veracruz. Compartió el premio con Sergio Pitol y fue a Jalapa para recibirlo. Allí conoció al rector de la Universidad Veracruzana, Roberto Bravo Garzón, quien le ofreció trabajo. Así que en 1980 se mudó a Jalapa con sus pocas pertinencias, entre ellas un VW apodado Alimaña.
Las experiencias de los primeros años en Jalapa se narran en la serie de novelas que ha llamado El libro de la vida: tal libro está constituido por Las noches de Ventura/Buenabestia, como primer volumen, La pequeña maestra de violín como segundo, La hermosa vida, tercero (hasta ahora publicados) y un cuarto volumen inédito que ha anunciado bajo el título de La plenitud del amor.
El dos de marzo de 1985 contrajo matrimonio con Leticia Luna Varela, natural de Orizaba, Veracruz. Esto ocasionó un cambio radical en su forma de vivir, y aún más el nacimiento de sus dos hijos, Héctor Javier y Sebastián, hechos que le han convertido en un hombre más tranquilo y regular en sus hábitos, aunque siguen su productividad literaria a un paso nada despreciable y su carácter polémico, así como su deportivismo, que a los 58 años lo mantiene activo en el basquetbol.
La vida familiar también ha repercutido hasta cierto punto en lo que escribe. Aunque el enfoque de sus novelas no ha variado de forma evidente, ha abierto otras posibilidades para sus cuentos. En años recientes ha escrito cuentos infantiles que le hicieron merecedor del Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada 1998.
La vida de Garramuño a lo largo de los años ha estado colmada de premios literarios y reconocimientos nacionales e internacionales. Su libro de relatos más conocido, Cuentos para después de hacer el amor lleva a la fecha once ediciones en Colombia, México y España. Su novela más reciente El amor y la muerte, publicada por Alfaguara, ha sido un clamoroso éxito de crítica.
Tal vez la razón por la cual Aguilera Garramuño no sea conocido como un autor de primera línea, con libros disponibles en todas las librerías de habla castellana, se halla en el hecho de que vive en la provincia mexicana, de donde sale poco, particularmente en los años más recientes. En la actualidad está trabajando en una larga novela titulada El sentido de la melancolía, obra que según el autor tiene a la fecha 1111 páginas y en la cual piensa trabajar varios años más.[1]