A Ulyses lo tentaban los últimos modelos sports nausica, Calipso, Circe, pero la tentación nunca llegó a dominarlo por completo. En realidad, permanentemente, aún en plena carrera en las autopistas de la época, añoraba a Penélope, el sedán cuatro puertas negro, motor de pocas revoluciones, no muy gastador de combustible y de larguísima duración.
Ariel Méndez
No. 102, Abril-Junio 1987
Tomo XVI – Año XXIII
Pág. 154