Nunca he creído en la superstición, pero, cuando murió mi madre, vi siete mariposas negras en mi sueño, exactamente siete días antes que ella muriera. Lo mismo ocurrió con papá y con mi hermano Alberto.
Ahora, vivo solo en casa y hace siete días que no puedo dormir.
Tomás García Cerezo
No. 107-108, Julio – Diciembre 1988
Tomo XVII – Año XXIV
Pág. 307