El mundo

Un lugar baldío y lleno de agua, en él sólo hay obscuridad; un hombre luminoso baja de lo más alto, mira con tristeza y dice:

—Soy el único habitante.

Una lágrima sale de sus ojos. Una gota más para el océano.

Laura Ivonne Guerrero Olayo
No. 135, Abril-Junio 1997
Tomo XXIX – Año XXXIII
Pág. 75