Como quien dice


—Como quien dice, estoy jodido…

Se levantó lenta y perezosamente de la cama; sus ojos sintieron que toda la luz del sol penetraba por ellos. El agua fría del baño mojó su rostro amodorrado por el sueño.

—Como quien dice, estoy jodido…

El proceso para vestirse, tan rutinario como respirar, se vio afirmado por la búsqueda, un tanto desesperada, de un calcetín negro con rayas blancas verticales de arribabajo o abajoarriba.

—Como quien dice, estoy jodido…

El desayuno lo tomó como siempre, rápido y a medias. El huevo duro quedó tirado sobre la mesa adornada con un mantel rojo desteñido, formando, junto con la leche achocolatada, la imagen perfecta para una pintura. Luego, cuando sacó la cabeza para salir a la calle, pensó: como quien dice, estoy jodido…

Y era cierto, acababa de despertar y se había dado cuenta que estaba vivo.

Francisco Bertrand
No. 75, Enero-Febrero 1977
Tomo XII – Año XII
Pág. 129