Irreal

Ese hombre era distinto a todos los demás: actuaba en otra forma, pensaba de otra manera, y, en general, todas sus acciones y creencias eran diferentes; por esa razón se reunieron un día todos los habitantes del pueblo, y después de deliberar durante 13 días y noches continuas, nombraron una representación que fue a entrevistarse con él.

—Hemos llegado a la conclusión de que tu problema con nosotros es de irrealidad; por lo tanto, hemos decidido que el veredicto sea: ¡desaparición!

—¡Pero si yo no soy irreal! —refutó él.

Ellos se le quedaron viendo, y el que había hablado anteriormente volvió a hacerlo.

—Eso lo sabemos y ya lo hemos discutido, pero el veredicto tiene que cumplirse.

Entonces vio como todos ellos desaparecían.

Ignacio de la Miyar García
No. 57, Febrero-Marzo- 1973
Tomo IX – Año IX
Pág. 573

Era diferente

Desde que la conocí me pareció extraña. Sin embargo, me enamoré de ella tal vez por esa casualidad tan rara que es ser diferente.

Todo en ella era especial y mágico, que cada momento constituía una intensidad en sí mismo y me iba absorbiendo. Mi amor se acrecentaba aún sin estar con ella, el recuerdo era también creación.

Yo también empecé a cambiar desde entonces: era como si cada segundo fuese el primero de mi existencia, un nuevo nacimiento en un lugar diferente donde ella era lo único digno de escucharse, de contemplarse, y, sobre todo, de amarse.

El día que me invitó a su casa sentí una alegría indescriptible, aunque me sorprendió un poco que me citara a las once y media de la noche. Pero pasando por alto ese detalle me presenté puntual a la cita.

Esperé unos minutos después de tocar la aldaba de la puerta, y apareció ella más atractiva y enigmática que nunca. Me saludó amablemente y pasamos al interior de la casa; en la sala estaba reunida toda la familia. Sus padres y sus dos hermanos me saludaron y correspondí en la misma forma, y fue cuando me di cuenta que en nada se diferenciaban a ella; las mismas orejas alargadas, el mismo color mortecino, y, especialmente, esas extrañas cruces brillantes dentro de las pupilas.

Ignacio de la Miyar García
No. 57, Febrero-Marzo- 1973
Tomo IX – Año IX
Pág. 551