Ricardo Cortés Tamayo
(1911)
Ha escrito secciones periodísticas dedicadas a la vida popular de la metrópoli que ha coleccionado en dos libros, Los mexicanos se pintan solos (1966) y Tipos populares de la Ciudad de México (1974)[1].
Ricardo Cortés Tamayo
(1911)
Ha escrito secciones periodísticas dedicadas a la vida popular de la metrópoli que ha coleccionado en dos libros, Los mexicanos se pintan solos (1966) y Tipos populares de la Ciudad de México (1974)[1].
—Tenía una novia, sabes; Esperanza era su nombre; ella me quería y yo muchísimo. No puedes imaginarte sus ojos, yo mismo tengo que cerrar los míos para ver los suyos; unos ojos, ausentes, extraños, hechos de una blanda tiniebla iluminada. Cuando me hablaba, abandonándome sus manos, yo la veía sólo a los ojos, unos ojos ¿cómo te diría? No puedo decírtelo, bueno, feroces de inexplicables, te atraían y te rechazaban y tú te quedabas viéndolos bajo su propia húmeda distancia sin saber si en ti pensaban, si te amaban mucho o en nada te pertenecían.
Cuando tuve que irme y ella sabía que era para siempre, en el momento último se quedó viendo con sus ojos de sombras con una luz lejana abriéndose paso entre las sombras, y pude pronunciar palabra…
—Dime, ¿tú qué hubieras hecho?
—¿Yo?… la hubiera abierto de piernas.
Ricardo Cortés Tamayo
No. 33, Noviembre – 1968
Tomo V – Año VI
Pág. 82