Welliana

Los últimos en aparecer eran de un color azul iridiscente. Con sus enormes patas mecánicas aplastaron automóviles y tranvías. Ya para entonces se había extinguido entre los habitantes de la ciudad hasta el último vestigio de duda.

Enrique Escalona
No. 37, Julio-Agosto 1969
Tomo VI – Año IV
Pág. 558