Lucy, alucinante

Lucy, sirvió la tercera tanda de su coctel favorito, viaje a  la luna, según le llama a un compuesto de whisky, ginebra, ajenjo, Martini dulce y hielo.

Levantó la copa rebosante del dorado líquido:

—Salud…!

—Salud.

Saboreamos lenta, suavemente ella y yo, el viaje a la luna. Luego Lucy exclamó:

—A estas alturas quisiera escribir un cuento moderno, como los que publican las grandes revistas femeninas y cuyos autores ni ellos mismos le entienden a lo que escribieron.

Afirmé con una leve inclinación de cabeza. En esos momentos sentí en el cerebro los efectos de la exótica mezcla capaz de derribar a un elefante y no pude menos que pensar:

“Después de haber ingerido ésta, habrá todavía quien vaya a Huautla, Oaxaca tras los hongos alucígenos”

 

Gladys María de Jesús Guerrero Sánchez
No. 39, Noviembre – Diciembre 1969
Tomo VII – Año V
Pág. 107