Carta

Querido L.: tus poemas serán publicados sin dedicatoria. Este cuento no tendrá el nombre del personaje. Nadie sabrá quien sacó tus fotos en Chicago y no nos tendremos hecho ningún daño.

Pero una cosa hay que debe ser dicha: lo que pasó entre nosotros fue muy importante. Hemos de tener cuidado para que no nos olvidemos de eso. No podemos ignorar la existencia uno del otro. Sería bastante inmoral negar la intimidad de lo que pasó entre nosotros. Fue lo más hondo que dos personas pueden compartir. Y compartimos. Compartimos también en la idea de que ese amor era maravillosamente sin compromisos y sin obligaciones. No te olvides y no trates de enseñar a nadie que lo ignoras. No me siento culpable de nada y espero que también estés arrepentido.

He también cambiado de opinión respecto al casamiento. He decidido casarme otra vez tan pronto consiga el divorcio, el mío y el de G. Tú ya lo conoces y sabes que nos merecemos mutuamente. Deséanos pues mucha suerte.

Hasta pronto.

M.

Teresinha Alves Pereira
No 71, Enero-Marzo 1976
Tomo XI – Año XI
Pág. 535