Santos García Wikit

Santos García Wikit

Santos García Wikit

“En una ocación preguntamos a Don Santos García Wikit:
¿Wikit y cuántos años tiene usted?, a lo que nos contestó con una agilidad mental impresionante:
—¿Que cuantos tengo?, pues ninguno yo para que quiero años…[1]«

Estudió la escuela primaria y secundaria en Guaymas y Hermosillo, Sonora. Fue cadete del Colegio Militar en la Ciudad de México, profesor graduado en la Escuela Nacional de Maestros en 1948 y precursor de la escuela rural. A los 28 años fue consejero de los ancianos de su pueblo; en 1950, autoridad tradicional del pueblo de Belem y jefe mayor de los fiesteros pajkolas.

Controversial, polémico y fantástico narrador de leyendas y cuentos, vivió la dualidad expresada en las máscaras chivatos de los pajkolas: la del yoreme, no bien visto por la tribu por abrir su cultura al conocimiento sonorense y la otra, la del yori, menospreciado por grupos de literatos tachándolo de mentiroso y falto de estilo en las letras.

Afirmaba con certeza: Me critican por envidia, ellos dicen que lo mío no es cierto…Pues, lo de ellos tampoco.–La poesía de los yoris (mexicanos y extranjeros) es muy pornográfica; la yaqui es más limpia, le canta a las flores, al amor, a la mujer, a las aves, mariposas y venados–.

Admirado por muchos por su gran obra literaria, marca un parteaguas en la literatura sonorense por su costumbrismo vernáculo.

Wikit, fue visitado por diferentes personalidades de la antropología internacional, esnobistas y turistas para su asesoráis  de estudios sobre la cultura yaqui, debido a la popularidad de los libros de Carlos Castaneda en el mundo. (“El Camino Yaqui del Conocimiento”, “La Realidad Separada”, “Viaje a Ixtlán” y demás 6 libros de este antropólogo de la Universidad de California.

 Enamorado como pocos,  inspiró el poema “Mujer Yaki”: –Esa mujer es india yaki,/  y por lo tanto tres veces hermosa,/: Por Yaki, por india y por mujer,/ lleva en sí, el profundo misterio de su raza–.

No creía en el cristianismo yori como cualquier otro intelectual, su filosofía era naturalista: –sobre  el tema de la muerte decia: “Todos vamos a morir algún día”, la muerte  es natural, tiene que llegar y ¡Ni modo que le diga que no!; Ella  dirá: ¡Ya vengo por ti, Wíkit! Y le contestaré: ¡Vámonos, pues!

El maestro Wikit,tiene ya un honroso lugar en la plástica de Cajeme como icono en la obra de la pintora Gerorgina de Icedo: “Retrato de Wikit”, “Santos García”, “A un poeta” y la leyenda del Chapulín Brujo.  Misma que inspiró al maestro Arteche junto a la de “Yoo momoli” (Mujer Venado) para su imaginaria figurativa abstracta  en los murales de la Biblioteca Pública.

Santos García Wikit, gran narrador, cuentista y poeta  yaqui quien se ganó su sitio preponderante en la literatura de Sonora, México y en un futuro no muy lejano, en la literatura universal, porque su prosa es la heredera del conocimiento antiguo, precolombino, el de las y los “Sawuaris” (sabios) yaqui.

Lamentablemente entre los círculos literarios  y la sociedad yori de Sonora, se le vio más como “un rezago histórico” que  escritor, por la infame discriminación social del sonorense.

El siguiente poema, lo escribió, al sentirse profundamente conmovido por la belleza de una mujer rubia de Cócorit Sonora, con quién coincidió en un camión.

Al verla exclamó: “¡Qué hermosa mujer! ¿Quién será?”

Henchi Née wáata.

Túsi obiachi henchi wáata bétichivo
Ïi júnen taka juni née henchi wáata,
Henchi née huata káa nokimmea,
Káa henchi ten liutáka, káa ét mammakái,
Kía née henchi wàata
Henchí née ine-a káa henchí jippuekái,
Síime bél-leekataná née henchí wéiya,
Chókimpo chíkti née henchí bichá,
Bawémpo, tèekapo, Ii júnen taka juni née henchi wàata,
Empo jéeka-e, júu yuku,
Ájta júmee báam in jée –e-úm,
Si obiachi henchí wàata née betchi,
Ii júnen táka júni née hechí wáata,
Kía née henchí wáata,
Mék.ka.e néu áanee, sin mék-ka,
Katée áa joótu
Ii júnen táka júni née henchí wàata.

Traducción al español:

Te Quiero.

Es tan difícil quererte
Y sin embargo te quiero,
Te quiero sin palabras,
Sin besos, sin caricias.
Te quiero solamente,
Te siento sin tenerte,
A todas partes te llevo,
Y te veo en las estrellas,
En las olas, en el cielo
Y sin embargo te quiero.
Eres el viento, la lluvia,
Y hasta el agua que bebo,
Qué difícil es quererte,
Y sin embargo te quiero
Te quiero solamente
Estas tan lejos, tan lejos,
Y eres imposible,
Y sin embargo te quiero.[2]

Las siete ciudades de oro

58 top
Las siete ciudades de oro siniestras y bellas, dominan las sierras del miedo; las siete ciudades de oro son mudos y sagrados testimonios de una edad misteriosamente desaparecida y sepultada por la tierra y la vegetación que cubre las rutas ignoradas de la misteriosa Pusolana, de la cual el tétrico cerro de la Ventana del Diablo constituye hoy el último vestigio de la raza Yuku Jeka (Viento de Lluvia) región solemne y silenciosa donde la sierra imponente es perpetua mortaja de piedra y vegetación para los desaparecidos súbditos de los antiguos sules.

Santos García Wikit
No. 58, Abril-Mayo 1973
Tomo IX – Año X
Pág. 623