El incidente

Abandonó la cama después de una noche llena de fiebres y altas temperaturas y se dirigió a la regadera.

Fue al observar el agua atravesar su cuerpo sin mojarlo cuando descubrió que había muerto durante la noche.

Javier Quiroga G.
No. 38, Septiembre-Octubre 1969
Tomo VI – Año V
Pág. 682

El encuentro

En cuanto lo vio supo que lo conocía de otra parte, así que, después de pensarlo por un momento le preguntó.

—¿No recuerda dónde nos conocimos?

—Sí, en uno de sus sueños.

Una vez satisfecha la curiosidad, cada quién continuó su camino.

Javier Quiroga G.
No. 38, Septiembre-Octubre 1969
Tomo VI – Año V
Pág. 634

Había una vez

Un apuesto joven llama a la puerta y le pide que se calce la más hermosa de las zapatillas. En cuanto observa que ésta se ajusta al pie perfectamente, la toma del brazo al mismo tiempo que le dice:
—Queda usted arrestada, esta zapatilla fue hallada en la escena del crimen.

Javier Quiroga
No. 43, Junio 1970 G.
Tomo VII – Año VII
Pág. 507

Teoría

Le teoría de Radolff es ingeniosa pero inaceptable.

Existen, dice Radolff, infinidad de mundos paralelos al nuestro; algunos creados por nosotros mismos con sólo pensar en su existencia.
Ejemplifica su teoría diciendo que basta con que alguien lea la novela de ficción científica “Crónicas de un planeta llamado Tierra”, para que el mundo que en ella inventa el autor cobre realidad en alguna parte.

Javier Quiroga G.
No. 46, Noviembre 1970
Tomo VIII – Año VII
Pág. 81

Misión cumplida

Todo acabó cuando alguien, no importa quién, abrió una puerta que siempre estuvo cerrada.

Hubo confusiones, sorpresas aplausos, y por fin explicaciones: se había construido un laberinto gigantesco al cual se le puso por nombre TIERRA, se colocó el él al hombre con la sola misión (para diversión de los que observaban) de encontrar la salida.

Después de siglos de búsqueda (cuando sólo pocos recordaban), alguien, tal vez por error, abrió una puerta…

Javier Quiroga G.
No 41, Marzo 1970
Tomo VII – Año V
Pág. 257

El cambio

Por más que trató de precisar dónde sucedió no logró hacerlo.

Tal vez fue durante el verano. Era el momento más propicio: los días estuvieron soleados y la playa repleta de vacacionistas.

Desde que reparé en ello (hace apenas unos días), vivo encerrado en este cuarto por temor que al salir alguien lo descubra: la sombra que produce mi cuerpo no es la mía.

Javier Quiroga G.
No 41, Marzo 1970
Tomo VII – Año V
Pág. 257

De vampiros

En cuanto la vi me cautivó su serena hermosura, la paz que irradiaba su semblante, y sobre todo, el néctar rojo que veía fluir en su interior.

La asedié por meses, empleando todos los recursos a mi alcance para conquistarla, y cuando por fin mi insistencia puso término a tan larga espera… ¡Descubrí que era anémica!

Javier Quiroga G.
No 41, Marzo 1970
Tomo VII – Año V
Pág. 257