Me fue inventando en el fuego de sus ilusiones. Todas se fueron apagando con lo que le contaban mis amigos. Y un día me miró con el temor que se le tiene a un delincuente. Cuando se fue me vi en el espejo, y di cara a cara con un desconocido.
José Arenas
No. 52, Abril 1972
Tomo VIII – Año VIII
Pág. 795