La casa de Labraid –Labraid es un rey duende- está sostenida por columnas de cristal y plata. Tiene dos reyes, cincuenta camas a la derecha y cincuenta a la izquierda, un guerrero en cada una, y las camas tienen columnas adornadas de oro. Una puerta da hacia occidente y otra hacia el oriente, donde, en las copas de los árboles, una bandada de aves canta una “canción dulcemente emitida”. También hay un árbol de plata, de cuyas ramas brota bella música. Hay tres veces cincuenta árboles, cada uno de los cuales alimenta trescientas personas con abundancia de comida, y hay un pozo “en aquel palacio del montrículo mágico”, y un caldero de tonificante hidromiel. Las mujeres son bellas y la música deliciosa.
Howard Rollin Patch en EL OTRO MUNDO DE LA LITERATURA MEDIEVAL
No. 12, Mayo – 1965
Tomo II – Año I
Pág. 386