La primera etapa. La materia está presente y se transforma y su transformación conduce a
La segunda etapa. El hombre está presente —sujeto a la materia— y evoluciona y su evolución conduce a
La tercera etapa. Dios está presente —libre de la materia— y se pasea por el tiempo, llegando en
La cuarta etapa. A regresarse a la primera, donde se desconcierta y aburre —al no encontrarse nada que le sea semejante— y desde donde pasa a
La quinta etapa. Que no es sino la segunda, y en la que escribe una autobiografía haciéndose favor.
Ricardo Martínez Cantú
No. 142, Enero-Marzo- 1999
Tomo XXX – Año XXXV
Pág. 62