Después de cenar, sintiendo la atmósfera favorable, éramos seis felizmente concordes, sugerí que jugáramos a preguntas y respuestas. Este juego, puramente telepático y poético, se juega por parejas, en el mayor silencio. Uno escribe tres preguntas y otros, al mismo tiempo, tres respuestas. Luego se hace a la inversa. Y por fin, cada cual lee en voz alta, uno sus preguntas y otro sus respuestas.
De aquella velada recuerdo tres réplicas notables.
Estaba allí Jean-Paul de Dadelsen, mi colaborador más íntimo en el Centro Europeo de Cultura, y de quien dije, después de su muerte prematura en 1957 que era “el único gran poeta luterano en lengua francesa”. Una de las preguntas era: ¿Qué sucedería si Jean-Paul llegase a ser Papa? Respuesta: “El Papa sería luterano.
Segunda réplica: ¿Qué es la mística? Respuesta: es un pequeño jardín cerrado que se abrirá en Pascua. Como es sabido, el hortus clasus es un símbolo fundamental del misticismo, sobre todo del flamenco y renano). Pero es la tercera contestación la que me ha movido a evocar aquí aquella velada memorable. Uno de nosotros había escrito: ¿Qué sucedería si el diablo entrase a esta habitación? La respuesta que leyó su pareja fue Que todas las luces se apagarían. Y todas las luces se apagaron.
Denis de Rougemont
No. 131, Octubre-Diciembre 1995
Tomo XXVI – Año XXXI
Pág. 78