Auras

Dijeron los dioses:

—El hombre es un ser descuidado y mal agradecido. Entierra a sus semejantes —aún a los enemigos— y les guarda veneración y respeto. En cambio, deja abandonados los restos de los animales que le sirven y de los que ya no puede obtener provecho. Le daremos un ayudante. Ha de ser un animal limpio, manso, hermoso, diligente, avizor, que mantendrá sano el aire y libre el suelo de carroñas y despojos.

Así nacieron los zopilotes.

José Vizcaíno Pérez G. O.
No. 37, Julio-Agosto 1969
Tomo VI – Año IV
Pág. 569

Espejos

Hace años me encontré, de pronto, en el extremo de un salón de los espejos. Enfrente de mí, en el otro cabo, estaba yo mismo, en actitud como de esperarme.

Bastaba cruzar la sala para juntarme conmigo. Comencé a caminar… más noté que al mismo tiempo que me acercaba, me alejaba yo de mí mismo. Tuve que detener la marcha, para no distanciarme demasiado.

Todavía sigo caminando, acercándome y alejándome a la vez. Y no puedo llegar a mi propio encuentro, por el temor de perderme.

José Vizcaíno Pérez
No 45, Septiembre-Octubre 1970
Tomo VII – Año VII
Pág. 750

Felicidad

—Me han dicho que tú eres un hombre…
—Sí.
—Un hombre normal, común y corriente, igual a todos los demás…
—Sí.
—Y que, además, has encontrado el secreto de la felicidad…
—Sí.
—Y que eres capaz de compartir ese secreto con todos tus semejantes…
—Sí.
—¿Conmigo, por ejemplo?…
—Sí.
—Dímelo…
—Hablo poco y jamás contradigo.
—¿Es todo?…
—Sí.
—Oye, ¡pero eso no es posible!…
—No.

José Vizcaíno Pérez
No 45, Septiembre-Octubre 1970
Tomo VII – Año VII
Pág. 728