Der traum ein leben


El diálogo ocurrió en Adrogué. Mi sobrino Miguel, que tendría cinco o seis años, estaba sentado en el suelo, jugando con la gata. Como todas las mañanas, le pregunté:

—¿Qué soñaste anoche?

Me contestó.

—Soñé que me había perdido en un bosque y que al fin encontré una casita de madera. Se abrió la puerta y saliste vos.— Con súbita curiosidad me preguntó : —Decime ¿qué estabas haciendo en esa casita?

Francisco Acevedo en: Memorias de un bibliotecario (1955)
No. 75, Enero-Febrero 1977
Tomo XII – Año XII
Pág. 130