El problema

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Le fue planteado a un sabio el siguiente problema:

—Un hombre está en un aposento, a solas con una joven a quien ama. La puerta está bien cerrada, los sirvientes duermen y el galán se estremece de deseo. Como dice el árabe: “Maduro está el dátil y el guardián del oasis no impide cogerlo”… ¿Tal vez rezando con fervor podrá este hombre vencer la tentación? ¿Qué respondes?

—Quizás es salve la joven; mas no se salvará de los murmuradores.

Saadi en: EL JARDÍN DE LAS ROSAS
No. 8, Diciembre 1964
Tomo I – Año I
Pág. 40

La vanidad

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Una rata hambrienta no cesaba de dar vueltas en torno a una nuez… Un gusano que estaba escondido en ella le gritó:

—¡Acaba ya de fastidiarnos! Yo me he comido la pulpa de esta nuez. Nada queda para ti.

La rata meditó un instante.

—¿Cómo eres? ¿Eres gordo? ¿Estás flaco?

Vanidoso contestó el gusano:

—Estoy gordo. Y me encanta la vida.

—¡Magnífico! Espero que tu grasa sepa a nuez.

Y, esto diciendo, se puso a roer la nuez, extrajo de ella al gusano y lo devoró.

Saadi de Shiraz
No. 138 – 141, Enero – Diciembre 1998
Tomo XXX – Año XXXIV
Pág. 124

Saadi de Shiraz

Saadi de Shiraz

 

Saadi Shiraz

(1184-1291)

Fue un místico puro. Nacido en Shiraz, fue, desde su juventud, amante del placer y muy religioso. Estudió en Bagdad y fue iniciado en la escuela Nagshbandi de sufismo. Visitó países tan distantes como China, India, Abisinia, Marruecos y Turquía. Sus principales obras son el Bustán y el Gulistán.

Como poeta  escribió una serie de relatos y poemas sobre el amor fraternal, el amor al amigo, el amor a la bienamada, de manera muy particular, con una suerte de universalidad y romanticismo al mismo tiempo[1].

El zorro y los camellos

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Un zorro huía aterrorizado. Alguien le preguntó qué le sucedía, y el zorro contestó:

—Están llevando camellos para realizar trabajos forzados.

—Tonto —le dijeron—, el destino del camello nada tiene que ver contigo, que ni siquiera te le pareces.

—¡Cállate! —dijo el zorro—. Si un intrigante afirmase que soy un camello, ¡quién se preocuparía por liberarme!

Saadi de Shiraz
No. 138 – 141, Enero – Diciembre 1998
Tomo XXX – Año XXXIV
Pág. 58