La isla del alquiler para viajar a la cual Palinuro alquiló un medio de transporte, alquiló un camino y alquiló un mapa, unas maletas, una ropa, un guía y unas vacaciones. En esta Isla —le dijo el guía— usted puede alquilar todo lo que guste: un automóvil, una escalera, un caballo, un refrigerador, una casa, un cuadro famoso, una alfombra, un traje de etiqueta, una televisión. Si desea usted un jardín, le alquilamos el jardín y le alquilamos las rosas, las veredas, las fuentes para el jardín y le alquilamos las tijeras para cortar las rosas, la tierra para llenar las veredas y el agua para desbordar las fuentes del jardín. Si desea una fiesta, le alquilamos el salón, los meseros, los vasos y la vajilla, las invitaciones y los invitados, los chistes y las conversaciones. Si quiere usted casarse, le alquilamos el juez y la iglesia, la novia y el traje, la música y la luna de miel. En esta isla le alquilamos días lluviosos y meses de verano; le alquilamos un pasado feliz o un futuro glorioso. Incluso le alquilamos la vida y la muerte: si usted quiere nacer, le alquilamos el hospital, el médico, los padres y los padrinos, los biberones y los fórceps. Si quiere usted morir, le alquilamos el ataúd, le alquilamos las flores, las esquelas, le alquilamos las plañideras, le alquilamos tres metros de tierra. Y si usted no tiene dinero, no importa: le alquilamos una fortuna, le alquilamos un mecenas, le alquilamos un negocio próspero con tal de que usted, en esta Isla, pueda alquilar todo lo que necesite y guste: un riñón, un paraguas, un idioma, un monumento, una fe religiosa, una máquina de escribir para que escriba la crónica de la Isla.
Fernando del Paso en “Palinuro de México”
No. 86, Marzo-Abril 1981
Tomo XIV – Año XVI
Pág. 633
Fernando del Paso (en “Palinuro de México”)
No. 85, Enero-Febrero 1981
Tomo XIII – Año XVI
Pág. 513