La dentadura

Durante la noche dejaba su dentadura en un vaso de agua hervida, sobre una mesita de caoba. Pues una noche, sigilosamente, la dentadura bajó al comedor y acabó todos los bizcochos.

Francisco Tario
No. 100, Septiembre-Diciembre 1986
Tomo XV – Año XXII
Pág. 648

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