El Hipo

Ingirió de un tirón y sin tomar aliento un vaso de agua fría. Tomó mil medicinas amargas. Vio en su cama una calavera macabra. Pero, su Hipo no cesaba.

Contempló el cuerpo desnudo de una diosa sin par: su Hipo persistía. Trató de quitarse la vida: su Hipo desvió el arma.

Comprimióse los globos oculares, poniendo un grito en el cielo. Irritose la úvula hasta obtener un reflejo, muy lleno de náuseas. Practicó una expiración forzada y prolongada, con la boca cerrada y la nariz pinzada. Su Hipo continuaba.

Administróse barbitúricos, de los que sedan y sedan. Inhaló CO2, respirando por la vía bucal a través de un tubo de cristal. Dióse un lavado de estómago. Inyectóse novocaína: su Hipo no cedía.

Leyó la definición de Hipo: “Es una contracción espasmódica crónica del diafragma que se acompaña de una obstrucción brusca y sonora de la glotis”. Su Hipo persistía.

Díjole el cirujano: “Su caso es prolongado e irreductible. Tengo que practicar la cocainización y aplastamiento del frénico”. Al oír este fúnebre canto, curóse el paciente como por encanto.

Ángel Consuegra Marín
No. 50, Diciembre 1971
Tomo VIII – Año VIII
Pág. 561

Reencuentro

—Señor, escúchame: estoy llorando de arrepentimiento, soy el demonio, permite que el amor de tu misericordia me exculpe, reconozco el error de la vanidad, dame cabida en tu benigno seno…

Y Dios condujo a la sombra del mal por entre los brillos del perdón.
En ese momento los dos se redujeron a nada y los hombres olvidaron el abismo de la fe.

Belinda Arteaga Castillo
No. 50, Diciembre 1971
Tomo VIII – Año VIII
Pág. 553

Bertalicia Peralta

Bertalicia Peralta

Nació en Panamá en 1939. Realizó estudios de Pedagogía, Periodismo y Relaciones Públicas enla Universidadde Panamá; de Educación Musical en el Instituto Nacional de Música.

Ejerció la docencia a nivel secundario por dos años. Ha ejercido el periodismo cultural: la divulgación e información en entidades del Estado; ha ejercido crítica literaria, musical y teatral. Ha escrito también guiones para Televisión y libretos especiales para Radio. Fundadora y Co-directora de «El Pez Original» (1968-1970), Revista dela Nueva LiteraturaPanameña. Dirigió la página literaria «Letras de Critica», en el periodismo nacional.

Recibió mención honorífica, en el Concurso Literario Ricardo Miró, en 1962 con su obra Sendas Fugitivas. Con su obra Casa Partida obtiene el premio Universidad, cuento, otorgado por la Universidad de Panamá en 1971; ese mismo año obtiene el Tercer Premio del Concurso Internacional de Poesía José Martí, en Perú , con su obra Un Lugar en la Esfera Celeste. En 1973, su libro Libro de las Fábulas es mencionado en el certamen de poesía latinoamericana de Casa de las Américas, en Cuba. Su obra Himno a la Alegría fue mención del Premio Universidad, poesía, Universidad de Panamá en 1973; ese mismo año, obtiene el Premio Universidad, cuento, otorgado por la Universidad de Panamá, con su obra Barcarola y Otras Fantasías Incorregibles. Ha sido ganadora del premio «Itinerario» de Cuento del Instituto Nacional de Cultura (INAC), de Panamá, en 1974 con su obra «Muerto en Enero» cuento publicado en la revista «CASA» de las Américas, Cuba, en la cual ha sido publicada reiteradas veces. Posteriormente sus obras Encore y Guayacán de marzo obtienen el Premio Itinerario-INAC y Mención, respectivamente en 1980.

Poemas y cuentos suyos han aparecido en gran parte de las revistas, antologías y suplementos literarios de América y Europa, en traducciones al inglés, francés, italiano y portugués[1].

Círculo

Metió el dedo gordo del pie en el hoyo y estuvo jugando largo rato, como hacía siempre que estaba solo y sentía la desnudez del mundo sobre sí, la extensión blanca hacia lejos, hacia nunca, hacia no se sabe donde. Sólo escuchaba como una canción en el viento el balanceo del agua lejana, misteriosa, el cielo besado velozmente por aves que parecían aviones en cámara lenta, negros puntos que de ponto hacían una zambullida y devoraban peces sobre el mar.

se desnudó/miró su cuerpo
observó fija, meticulosamente los pies, los huesos de los tobillos, las rodillas con cicatrices antiguas, las piernas, los vellos de la ingle, su pecho delgado y firme, lo comparó mentalmente con otros cuerpos y se dijo que tenía uno verdaderamente presentable

sólo las manos
no parecían ajustarse
eran pequeñas, toscas.
era / cuando menos / lamentable
—…”la túnica del grabado consiste…”—

la voz, de pie ante los cuadros la sacudió violentamente, sus ojos percibieron la luz esparcida sobre fondos claros y oscuros, colores brillantes y opacos que dibujaron sobre su cerebro otras formas, otras coloraciones, otros mitos profundamente fijos en su conciencia

sintió los codos de alguien rozándolo, alguien más respiraba sobre su nuca, el calor fue esparciéndose y acogotándolo, empañó los cristales de las ventanas dibujando más formas imprecisas

miró

hasta no sentir nada más sino ese dedo gordo del pie en el hoyo dando vueltas lentamente mientras el agua crecía en un círculo infinito.

Bertalicia Peralta
No. 50, Diciembre 1971
Tomo VIII – Año VIII
Pág. 551

Lejos de Macondo

En esa tarde las nubes se adhirieron a los cerros, y desde entonces ha estado a punto de llover. Los sombreros y rebozos fueron puestos sobre las cabezas, la obscuridad hace pensar en lo intempestivo de la próxima tormenta, pero todo ocurrirá dentro de miles de años.

Manuel Capetillo
No. 50, Diciembre 1971
Tomo VIII – Año VIII
Pág. 547