Lúcido

Empezó a decir sus genialidades de siempre: la pasta dental juait esmail te dará una sonrisa irresistible, sólo debes acercarte y tu aliento juait esmail hará lo demás, ellas quedarán paralizadas, ¡porque lo estarán sintiendo!, no olvides que tu aliento juait esmail se siente…, si usas la loción durazno de in flauer, cuídate, las chicas te perseguirán, ¿sabes por qué?, ¡por eso!, por tu sutil aroma, y recuerda, cuando lo desees, puedes dejarte atrapar…, no, no huelas mal, usa el jabón fres eir y transpórtate al centro del bosque alpino aaah; ¡qué frescura!… fuma Camaleón, con el auténtico tabaco rubio para la juventud activa, ellas lo notarán, porque los hombres que fuman Camaleón tienen la personalidad grande, que se nota a simple vista…, confía tu seguridad a la absoluta absorbencia de las toallas femeninas Creisi Jors, con el diseño que se acomoda perfectamente a tu… anatomía, sus terminaciones trianguliplanares las hacen invisibles, su novedoso sistema de enrrejillado ultracomprimid te dan ese aspecto de total seguridad, consérvate fresca, confiada y siempre seductora con Creisi Jors…, Mmm bien, es todo, le dije, te condeno a permanecer con la jeta callada, apagué la televisión; miré por la ventana, como siempre, como hormigas, iban y venían, me indigné; pobre pinche pueblo tan enajenado, tan en manos de estos pocamadre; tras pontificar, con toda calma hurgué en mis bolsillos y rápidamente localicé uno, lo tomé con dos dedos y lo puse entre los labios, y mientras mi mente abordaba inextricables elucubraciones socioeconómicropolíticas, encendí un Camaleón.

Jesús Ortega Rodríguez
No 95, Noviembre-Diciembre 1985
Tomo XV – Año XXI
Pág. 43

Miss universo

Ella creyó que había salido ganadora por sus medidas exactas, su cabellera rubia y su sonrisa cautivadora.
El jurado se había fijado más en su estampa, su cabeza erguida y los treinta litros que producía diariamente.

José Barnoya
No 95, Noviembre-Diciembre 1985
Tomo XV – Año XXI
Pág. 39

La fuerza del amor


Finalmente, a los tres días, un médico, seguido de dos enfermeras, entró a su cuarto. Las vendas fueron cayendo una a una. Cerró los ojos. Una mano le acercó un espejo.

Poco a poco fue mirando su rostro reflejado. Bendijo al cirujano plástico y a las antipáticas enfermeras de la clínica.
Una voz preguntó:

—¿Qué le parece, Monsieur de Bergerac?

Cyrano no respondió, ahora sólo pensaba en Roxana, ahora sí, ahora sí Roxana sería suya.

Leo Mendoza
No 95, Noviembre-Diciembre 1985
Tomo XV – Año XXI
Pág. 35

Infinito

Cierta ocasión en la Facultad de Filosofía, un profesor de Metafísica les dijo a sus alumnos al inicio de la clase: “Muchachos, les voy a mostrar qué es el infinito”. A continuación, con el índice trazó una línea imaginaria a lo largo del pizarrón. Después se siguió por el muro, dobló hacia la derecha al toparse con la pared correspondiente y al llegar a la puerta se salió (siempre pintando su línea imaginaria). Desde entonces, nadie lo ha vuelto a ver en la Facultad…

Pedro E. Suárez
No 95, Noviembre-Diciembre 1985
Tomo XV – Año XXI
Pág. 34