Cambises, informándose de por qué Psamenito que no se había conmovido ante la desgracia de su hijo ni la de su hija, sufrió dolor tal al ver la de uno de mis amigos: “Es, respondió, que sólo el último dolor ha podido reflejarse con lágrimas; los dos primeros sobrepasaron con mucho todo medio de expresión”.
Montaigne
No. 21, Marzo 1967
Tomo IV – Año III
Pág. 254